Así nos lo cantaba Julio Iglesias, de oficio tonadillero y/o visionario. Tras un nuevo holocausto democrático, España demuestra a golpe de voto que TODO ESTÁ BIEN. Desde Torquemada y tal, con sus variaciones y sus más y sus menos y sus no-sé-muy-bien-por-qué-gritan-tanto-los-niños-en-el-granero… PERO EN GENERAL BIEN.
A todo esto, lo dicho: la vida sigue igual. La falocracia, por ejemplo. El machismo recalcitrante que, desde tiempos inmemoriales, ha guiado los pasos de las políticas mundiales (y, de paso, los pasos de la ciencia, el arte, la humanística y toda forma de relación psico-social de más de una persona). Así es como empezamos hoy en Chanquete: con nombres propios, citas textuales y contextos peligrosamente implicantes (os guste o no, por muy abstinentes activxs que seamos). Decir que es PERTURBACIÓN lo que os ofrecemos, sería ser injustos con la ley de la Gravedad. Ergo, agarraos que vienen curvas CHUNGAS. Escuchar para creer.
De ahí, nos pasearemos entre tiras y aflojas hasta las lindes de otro tema lamentablemente candente: EL NEGOCIO DEL MACARREO INMOBILIARIO 2.0. Más grande, más fuerte, más lejos, más todonte. Porque, cuando se unen en una misma ecuación camorristas de extrema derecha, mossos de escuadra, especuladores demoníacos y tarjetas de visita con eslóganes currados… Entonces, amigxs de Chanquete, es cuando hay que descorchar la botella de Peroquémierdasesesto. Gran Reserva de antesdeayer. Reír por no llorar, en el mejor de los casos.
Por lo que, avisamos: hoy vuestro magazín de lo absurdo huele a detritus incluso más de lo habitual. Y gratis, asín como os gustah.
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8 mayo 2017
