«La economía es el método. La finalidad es cambiar el corazón y el alma» dijo la nunca suficientemente odiada Margaret Hilda Thatcher. Una de las cosas que cambió para siempre gracias a ella fue el sistema público de sanidad inglés, recientemente rematado por el ministro laborista del turno.
El Sistema de Salud Británico (NHS) ha servido de laboratorio para la experimentación de todo tipo de fórmulas y estrategias para la privatización. Más de treinta años de políticas neoliberales han supuesto para el que fuera considerado el mejor sistema de salud del mundo: endeudamiento público, precariedad laboral y la exclusión sanitaria de cientos de miles de personas. Estos mecanismos se exportan ahora a otros territorios como el nuestro.
Nicolás Carpintero, perteneciente al colectivo de los junior doctors (médicos en formación), los cuales van por a quinta huelga en lo que llevamos de año, nos explica las claves de este proceso de privatización así como la lucha que se está llevando en Inglaterra para la recuperación de la sanidad pública.
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17 agosto 2017
